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Altas Capacidades. Desde otra perspectiva.

Altas Capacidades. Desde otra perspectiva.

Las personas con Altas Capacidades Intelectuales son para muchos un CI con patas. De hecho, si buscamos en internet encontraremos definiciones como Inteligencia brillante, superdotación intelectual moderada, alta y excepcional o profunda, en función de si este numerito supera el 115, el 130 o el más allá. Sin embargo estas palabras no definen en absoluto la realidad ya que las Altas Capacidades no son, ni de cerca, algo tan simple como tener uno u otro CI. Las Altas Capacidades consisten en algo tan complejo como ver el mundo desde otra perspectiva.

Imagínense una lentes a través de las cuales pudieran ver con total precisión todo lo que sucede a su alrededor, que les permitieran tener una visión microscópica y a la vez telescópica del mundo. Se las ponen en plan gafas progresivas y las llevan durante todo el día.

¿Cómo creen que se sentirán?

Quienes llevan progresivas dirán que al principio algo mareados porque aunque la visión mejora notablemente -se ve muy nítido tanto de lejos como de cerca- cuesta un tiempo acostumbrarse. No obstante no hablamos de eso, hablamos de llevar unas gafas que por un lado les permitan ver las cosas imperceptibles a simple vista (visión microscópica) y a su vez los objetos  de bajo brillo o que se encuentran a una gran distancia (visión telescópica).

Pues algo parecido pasa con las Altas Capacidades.

Las personas superdotadas absorben tal cantidad de información en su día a día que es como si tuvieran unas lentes similares constantemente sobre los ojos. A través de ellas pueden ver con precisión el entorno exterior, el comportamiento humano, la evolución de la sociedad… y además hacer un análisis introspectivo e individual de sí mismos.

Probemos con un ejemplo.

Pongamos que van paseando por el campo en una tarde fresquita, sintiendo el aire puro entrando por sus pulmones, disfrutando de la naturaleza, del cantar de los pájaros e incluso de la tierra que mancha sus zapatos. Un placer para los sentidos y un descanso para su mente.

Ahora imaginen que van paseando por ese mismo camino pero con las gafas puestas.

Al sentir el aire fresco recuerdan que en estas fechas no es habitual esa temperatura,  y se les activa automáticamente un pensamiento sobre el cambio climático. A este se le une otro que cuestiona cuánto tiempo tardarán en desaparecer las estaciones tal y como las conocemos hoy en día y el impacto que producirá en la naturaleza.

Se fijan en ese árbol al borde del camino y se preguntan de inmediato cuánto tiempo lleva ahí plantado. Estamos en el siglo XXI y quizás sean más de cien años, durante los cuales habrá visto pasar a muchos caminantes. Algunos conduciendo carretas tiradas por caballos, con la casa a cuestas y la mujer y los niños a su lado en busca de una vida mejor. Otros con fusiles en la mano, siguiendo una fila ya marcada y con un destino incierto.

Se frotan los ojos y miran al suelo del camino. Observan una cucaracha que está boca arriba luchando con sus patitas en el aire por volver a girarse. No saben si pasar de ella o ayudarla. Lo primero parece no ser lo correcto, cucaracha o no necesita ayuda. Lo segundo implica cambiar la vida de este insecto que debe sobrevivir por sus propios medios o quizás convertirse en el almuerzo de un pajarillo. Es lo que tiene la cadena alimentaria.

Y vuelven a frotarse los ojos. Ven sus pies. Sienten su cuerpo enlazando cada movimiento. Su mente se dispara y empiezan a preguntarse qué sentido tiene que usted esté transitando ese camino en ese mismo instante. Qué implica su existencia en ese lugar, en ese concreto espacio tiempo. ¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿De dónde vengo?…

Como ven, para una persona con Altas Capacidades el aire no es sólo aire, el árbol no es sólo un árbol y la cucaracha no es sólo un insecto.

Y esto se debe entre otras cosas al pensamiento arborescente, muy común en estos casos. Implica que a partir de una idea o un estímulo se activan automáticamente un montón de asociaciones. Una idea genera otra, esa otra una nueva, y así sucesivamente hasta llegar a veces a la extenuación porque no hay control sobre el espacio y el tiempo. Se pasa del presente al pasado, del pasado al futuro, del futuro de nuevo al presente. Además se piensa como individuo, como sociedad e incluso como especie. Se analizan los hechos y se ven las posibles implicaciones.

Todo eso al mismo tiempo.

Y para colmo la cantidad de estímulos que entran es enorme.

Piensen en un embudo. La información entra por la parte de arriba, la de mayor envergadura, y una vez procesada sale por la de abajo. Ahora simplemente cambien el cilindro inferior por uno mucho más ancho. Su función es la misma pero la cantidad de información que sale es mucho mayor.

Como ven tener Altas Capacidades no es tener uno u otro CI. No implica ser superior a nadie, aunque tampoco inferior. Tener Altas Capacidades es sencillamente ver el mundo a través de unas lentes diferentes a las que a veces cuesta una vida acostumbrarse.

3 comentarios en “Altas Capacidades. Desde otra perspectiva.”

  1. Enhorabuena Mariange! Escribes muy bien. Me ha resultado muy agradable de leer y muy interesante.
    A ver si hablamos y me cuentas sobre ese descubrimiento….

  2. Hola! 🙂 Me identifico 100% con el relato que nos has regalado del caminante asombrado. No sé si seré o no superdotado pero así es mi día a día. Cuando estoy solo (la mayor parte del tiempo) no hay ningún problema (navego tranquilamente por mi mente), pero cuando estoy con gente tengo que frenarme porque estaría todo el día hablando de mil cosas super interesantes. Y para mí interesante es prácticamente cualquier cosa. Que sea todo súper interesante hace que pueda hablar con cualquier persona porque siempre tengo tema de conversación. Mis conocidos se admiran de que haga un master de cualquier nimiedad pero a mí me da rabia/vergüenza propia porque siento que es completamente inútil, a veces lo siento como una condena. Esos conocidos que me admiran consiguen encauzar su vida con sentido (o eso parece) y yo vago a la deriva en la vida perdiendo el tiempo haciendo divagaciones profundas sobre el salto de las pulgas (saludos a Sócrates).
    Gracias por el relato!! 🙂

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