Search

Un nuevo «Sobre mí»

Como ese jarrón japonés que se rompió en mil pedazos y fue transformado en una pieza única mediante ese arte milenario conocido por kintsugi, así me siento yo.

Vale, que un jarrón igual no tiene sentimientos, pero la idea está clara.

Hola. Me llamo Maria Ángeles, ya estoy en mi versión 5.0, soy mamá de una chica y un chico maravillosos de catorce y diez años, trabajo en banca desde hace más de veinticinco años -los mismos que llevo con el gran tipo que es mi marido-, actualmente estudio Psicología y tengo Altas Capacidades.

Esto de las Altas Capacidades notarás que lo he dicho para impactar, aunque si has llegado hasta aquí entiendo que igual tampoco te sorprende, pero mejor te sigo contando, que si no me disperso.

Soy de identificación tardía, así que definirme como superdotada fue durante un tiempo algo que hice con demasiada frecuencia en este blog, y es que por mucho que lo niegue me costó entender que no es lo mismo «ser» que «tener», y que yo no soy sólo mis Altas Capacidades, soy un todo.

Y entonces te preguntaras, ¿A qué viene todo esto del jarrón japonés?

Pues a que tras tantos años tratando de saber por qué me sentía diferente al resto del mundo, de tratar de encajar en trajes que no estaban hechos a mi medida y que cada vez me quedaban más pequeños, descubrí el por qué, pero que al hacerlo me rompí.

Proceso de duelo, me dijeron. Y una porra. Fue una ruptura integral en toda regla. La identificación definitiva y sin ningún resquicio de duda fue para mi ese mazo que hizo pedazos el susodicho jarrón, y que además lo hizo en un momento muy pero que muy complicado.

Estaba en uno de esos cambios laborales que parecen una patata caliente, que sabes que al final serán para bien, pero también que te van a costar lo suyo. Al poco tiempo de empezar en mi nuevo reto a mi marido le dio un infarto y aunque gracias a Dios ahora está muy bien, con cuarenta y siete años fue algo muy impactante para ambos.

Poco después nos asoló una pandemia que sumió al mundo en una situación de miedo e incertidumbre a la que no estábamos acostumbrados, pero la cosa, como todos sabemos, no terminó ahí, porque cuando pensábamos que la vida volvía a la normalidad una guerra difícil de entender nos arrasó, aunque por desgracia, a día de hoy y como tantas otras, ha acabado formando parte de nuestras vidas con más naturalidad de la que debería.

Confieso que la pandemia no la viví confinada como la mayoría, ya que mi trabajo no lo requería así que mi rutina no cambió demasiado. Tuve miedo pero sentí que tarde o temprano encontraríamos la cura, no sé cómo decirlo pero confiaba en ello.

Lo de la guerra fue otra cosa, emocionalmente me desarmó. Siempre me he preguntado por qué esta violencia en el ser humano, por qué es una utopía vivir unos con otros en paz, y no termino de entenderlo. Seamos francos, guerras hay todos los días, aun viviendo en nuestro pequeño oasis lo sabemos, pero tenerla tan cerca, al menos en mi caso, hizo que mis miedos, que son muchos, tomaran el control. Miedo por mi familia, por mis amigos, y sobre todo por el futuro de la humanidad.

A decir verdad, miedo al ser humano.

¿Y qué haces cuando tienes miedo?

Tú no se, pero yo personalmente busco bien dentro de mí para poder entenderlo. Conocimiento intrapersonal lo llaman. Supervivencia lo llamo yo.

Y bueno, de ahí a estudiar Psicología fue un paso.

Y de empezar a estudiar Psicología, aprobar con nota mis primeros exámenes pese a tener que hacer encaje de bolillos con el trabajo y la familia, y poner a todos de los nervios por mis cientos de neuras, ha surgido la necesidad de recomponer las piezas, de dar presencia a lo que para mí es tan importante y volver a reconstruir este blog que tal y como dije, va evolucionando como lo hago yo.

En palabras de Javier Tirapu, brillante neuropsicólogo con el que tengo la suerte de haber conectado recientemente, admitiré como me dijo él que sí, que soy inteligente, y que lo soy porque tengo las tres cualidades que considera de suma importancia para serlo: curiosidad, amor por aprender y perseverancia.

Las Altas Capacidades son un mundo muy complejo y por desgracia yo no tengo las respuestas, en realidad creo que nadie las tiene. Este blog es personal porque lo que muestro en él es mi opinión, mi punto de vista, y acabe siendo o no psicóloga seguirán siendo solo eso, una opinión y un punto de vista personal. Y de hecho, tampoco te puedo garantizar que no los cambie porque cuanto más sé, más me doy cuenta de todo lo que no sé, y más lo cuestiono todo.

En cualquier caso si te apetece acompañarme por el camino, aquí estaré, tratando de mostrarte lo que voy aprendiendo, o como me pasa últimamente, desaprendiendo…

Un abrazo y muchas gracias por leerme,M.ª Ángeles,

Scroll al inicio