Altas capacidades

 

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«Mi hijo tiene Altas Capacidades». Si has llegado a este blog y eres capaz de afirmar esto,

 

¡Enhorabuena!

 

Desde mi punto de vista ya has superado gran parte del camino.

 

Si no estás seguro de ello, tranquilo, que tu hijo no tiene ninguna enfermedad rara, nada malo, tan solo es diferente, como lo somos todos al fin y al cabo.

 

 

 

Altas Capacidades, grandes desconocidas y «temidas» pero, ¿Qué son?

 

 

Pues la pregunta se las trae porque en realidad, si buscas en el gran mundo de internet, verás que no existe una definición oficial, de hecho encontrarás infinidad de ellas, aunque la verdad es que a mi la que más me gusta es la que explica Javier Tourón en el vídeo  Definiciones sobre las Altas capacidades y Talentos.

En todo caso la mayor parte del mundo entiende que tener altas capacidades es, sin duda, ser superdotado.

 

 

Pero ¿Qué supone ser superdotado?

 

Según la RAE ser superdotado supone poseer cualidades intelectuales que exceden de lo normal.

 

«Que exceden de lo normal». ¿Y qué podemos considerar como normal?. Lo que es normal hoy en día no lo era para nada en el pasado. Si pensamos en normal como la media de la población, pues ni tan mal, solo que ¿sabemos realmente cuál es esta media? ¿A cuántos de nosotros nos han hecho pruebas de inteligencia de forma paulatina como para evaluar esto?.

 

 

A nivel educativo en Navarra, según el Capítulo IV de la Orden Foral 93/2008, al alumnado con Altas Capacidades se le define como:

 

Alumnos que presentan necesidades educativas por desajuste en los objetivos y contenidos del curso que le corresponde por edad cronológica debido a alta capacidad intelectual, o la adquisición temprana de algunos aprendizajes, contar con habilidades especificas o creatividad elevada en algunas áreas (artística, musical, matemática, verbal… ) unido, en su caso, a una gran motivación por el aprendizaje.

 

 

En realidad a mí esta definición me parece muy ambigua. Las Altas Capacidades son algo más que un “desajuste” y cualquier persona que sepa algo del tema sabrá que no siempre van acompañadas de “gran motivación por el aprendizaje”, al menos no tal y como se gestiona éste en nuestros centros educativos.

 

 

Otros hablan de que superdotado es aquella persona cuyo Cociente Intelectual es superior a 130, lo que realmente es muy subjetivo porque ¿cómo medimos el Cociente Intelectual?. Hay varias fórmulas y no todas alcanzan el mismo resultado.

 

La cuestión es que éste último es el sistema más utilizado para etiquetar, catalogar y agrupar a los “superdotados” y me consta que es el que se usa en muchos colegios. Se mide el Cociente Intelectual del niño y si éste supera el 130 pues ya se le puede clasificar. Eso sí, si tiene 124 o 129 entonces no lo es. Y además, un niño puede ser superdotado en un colegio de Madrid y no serlo en uno de Navarra, por cuestiones que no entiendo. Parece broma aunque lamentablemente no es así.

 

 

El caso es que desde mi humilde punto de vista para mí ser superdotado o tener altas capacidades intelectuales es mucho más que un Cociente Intelectual, que tener varios talentos, que tener más facilidad de aprendizaje, pensamiento arbóreo y tantas cosas más. Para mi ser superdotado es tener estas capacidades sí, pero acompañadas también en la mayoría de los casos de una personalidad muy determinada.

 

Los niños muchas veces te sacan de quicio, pero un niño superdotado si quiere lo hace todavía más. Te desconcierta, te reta constantemente, es muy intenso, y su educación como padres es realmente complicada.

 

 

Si se le mueve un diente entra en pánico pensando que se lo puede tragar porque de ahí al hospital hay un paso.

Si hablas con un tono de voz relativamente elevado se pone histérico porque para él el ruido es ensordecedor.

Razonar con él sin argumentos no sirve de nada.  

Su mirada en ocasiones está perdida en otro mundo y escuchar por tanto se le da mal.

Cuando te abraza lo hace por necesidad, ya que en ocasiones sienten profunda tristeza sin saber por qué.

Se preguntan por qué son diferentes, por qué no reaccionan como otros niños, y no hay respuesta, simplemente lo son. 

 

 

Supongo que esto se puede aplicar a muchos niños, superdotados o no, pero cuando eres madre y tienes un hijo con altas capacidades intelectuales, aunque no sepas que lo es intuyes que es diferente, y cuando encuentras la respuesta ES MARAVILLOSO  porque a partir de ahí el camino que sigas será el correcto.

 

Por eso enhorabuena, si ya lo sabes enhorabuena de nuevo, que lo más difícil ya ha pasado.